domingo, 23 de enero de 2011

LA AGONÍA DEL AJEDREZ

    Que el ajedrez está muriendo ha dejado de ser un diagnóstico paranoico; es ya un sentimiento que consciente o subconscientemente inquieta  a la gran masa de cultores.   El descomunal estudio teórico realizado en el siglo XX ayudado en los últimos tiempos por la informática, ha llevado al juego a un callejón sin salida. Se repiten los esquemas una y otra vez hasta casi la consunción, dejando a la inspiración un miserable papel.
   Como medio de expresión creativa, el Ajedrez está agotado; ya no es confrontación de talentos sino de conocimientos.
   Este panorama, tan poco propicio para suscitar entusiasmo, es causa de la indiferencia que nuestro juego ha venido cosechando de las últimas generaciones.  Agonía inexorable, anunciada por Capablanca, nuevamente puesta sobre el tapete por Fischer no hace muchos años y más recientemente  por Kramnik, que parece no ser percibida por los dirigentes.
   A lo largo de su milenaria historia, el Ajedrez, que antes tuvo otros nombres, experimentó numerosas modificaciones que lo fueron adaptando a los nuevos tiempos, pero en los últimos dos siglos y pese a la vertiginosa renovación que sufrió el Mundo, sus reglas se anquilosaron.  El argumento de que el juego alcanzó su máxima perfección no tiene asidero.  Su estructura es caprichosa y convencional como la de cualquier juego.  Esa supuesta excelencia estaba fundada en su inagotabilidad, falacia que hoy debemos reconocer.
   En los umbrales del nuevo Milenio no debemos seguir engañándonos.  El ajedrez, como todas las cosas, envejece y cíclicamente requiere un tratamiento de rejuvenecimiento.
   Las propuestas que se han hecho con ese propósito no son satisfactorias.  Capablanca sugirió un tablero de 100 escaques (10 x10) y la introducción de un nuevo trebejo:¡El aeroplano! (completamente discordante con el clima medieval del juego); Fischer nos trajo el "Fischerandom", que distorsionaba aleatoria y azarosamente la ubicación de las piezas, es decir incompatible con lo más valioso de nuestro juego, que debemos preservar: la RACIONALIDAD. Se han formulado también otras proposiciones menores que no resuelven el problema que representa la informática.
   Pensando probablemente como el lector, somos renuentes a aceptar que el camino sea la complicación o el azar. Eso nos sugirió la idea: que los mismos circunstanciales adversarios pudieran modificar leve e intuitivamente la forma del tablero en el momento de iniciar la partida. Como se comprenderá, cualquiera de esas pequeñas modificaciones da al traste con toda la teoría de las aperturas.
   La siguiente reglamentación es para sustentar la racionalidad de nuestra propuesta.

AJEDREZ  CON CIÉNAGAS - REGLAMENTACIÓN TENTATIVA

  • Art. 1º  El tablero, los trebejos, sus movimientos y sus ubicaciones iniciales son los tradicionales. Antes de iniciarse el juego cada contendiente posee una ficha con la que libremente señalizará un accidente del terreno en que se librará la batalla. El accidente es una ciénaga y la ficha su señal. Por consiguiente, la ficha no es un trebejo y por ningún motivo será considerada como tal.
  • Art. 2º La referida ficha será de forma regular, laminar o de muy poco espesor, de tamaño levemente inferior al escaque y otras características que la hagan claramente distinguible.
  • Art. 3º La colocación de la ficha, que en adelante llamaremos CIÉNAGA, no es una obligación sino un derecho. Si uno de los contendientes o ambos lo prefieren, pueden declinar ese derecho.
  • Art. 4º El escaque con ciénaga tiene las siguientes peculiaridades:
  • a) Todo trebejo que pise en él, de cualquier bando, será tragado. Se lo retirará del tablero como cualquier pieza capturada.
  • b) Todo trebejo que intente atravesarla será tragado.
  • c) El Rey es la única pieza que por ninguna razón puede entrar en la ciénaga. (Esto es concordante con la regla clásica: el Rey no puede entrar ni voluntariamente ni obligado, a una casilla controlada por el adversario)
  • d) Salvo que se pose directamente en la ciénaga, caso en el que será tragado, el caballo puede moverse libremente por sus casillas perimetrales. (También coherente con lo clasico).
  • e) Salvo el caballo, la trayectoria de cualquier trebejo termina con la ciénaga; por tanto, no puede haber jaque a través de ella.
  • f) Por razones tácticas o estratégicas, cualquier trebejo, salvo el Rey, puede en su turno sacrificarse entrando a una ciénaga.
  • g) Un peón que da el doble paso para sacrificarse en una ciénaga, puede ser tomado al paso por otro adversario, que así impide su propósito. Esto debe hacerse de acuerdo a las normas tradicionales.
  • h)Una vez colocadas las ciénagas, serán inamovibles hasta el fin de la partida.
  •  Art. 5º En la iniciación de la partida, el primer movimiento de ambos bandos es la colocación de las ciénagas; si uno de ellos declina su derecho, renuncia también al turno. No se puede sustituir la colocación de la ciénaga por una jugada de trebejo. La iniciación seguirá entonces el siguiente procedimiento: Puesto en marcha su reloj, el blanco colocará su  ciénaga en uno cualquiera de los 32 escaques libres. Hecho esto, anotará en la planilla y detendrá su reloj, poniendo en marcha el del adversario. Lo mismo hará si declina. Entonces el negro colocará su ciénaga en uno de los 31 escaques libres, pudiendo también declinar, anotará y transferirá el tiempo. La continuación de la partida seguirá los rumbos tradicionales, salvo, claro está en lo atinente a las ciénagas.
  • Art. 6º Al igual que los trebejos, las ciénagas se identifican por su símbolo (X) y su ubicación por coordenadas . Así, si  en la notación leemos 1 - Xe5 - Xd4, interpretamos que el blanco ha colocado su ciénaga en e5 y el negro en d4. Siguiendo la lectura podemos encontrar 2 -  e4 - e5X, que nos indica que el blanco abrió el juego con e4 y el negro lo hizo sacrificando su peón haciéndolo entrar en la ciénaga e5.

CONFIGURACIONES
   Conforme a esta reglamentación, aunque la colocación de las ciénagas es la punta de la estrategia que ha de seguir cada bando, la movilización de fuerzas recién comienza en la segunda jugada y es aquí que hacemos el cálculo de posibilidades.
       
           Si ambos bandos declinan .................................  1      posición clásica
           Si sólo uno coloca ciénaga................................ 32      posiciones
           Si ambos lo hacen...........................................496      posiciones

           Es decir, 528 nuevas configuraciones.

PERSPECTIVA

   La reglamentación que hemos visto, puede dar una equivocada impresión de complicación, pero una vez asimilada se comprenderá su sencillez y también, que toda la teoría de las aperturas se derrumba, que desde esta innovación, por muchos años, se volverá al Ajedrez intuitivo e imaginativo, que volveremos a ver creaciones personales como las que nos legaron Morphy, Lasker, Capablanca y tantos otros genios del pasado. ¿Que nacerá otra teoría?   Ciertamente, pero sería una TEORÍA DE TEORÍAS, ya que cada una de las 528 nuevas posiciones requeriría una, y si pensamos que la posición sin ciénagas aún no ha sido totalmente explorada... es que se trata de 528 formas del tablero, que también van a afectar la estrategia del medio juego y la teoría de los finales. Una hermosa perspectiva para la fantasía.

EN LA COMPOSICIÓN

   Está formulada la propuesta, con la que el juego práctico podrá verse remozado en ideas que seguramente nos sorprenderán por su ingeniosidad.
   Aunque yo también he sido jugador de torneos, desde muy joven mi verdadera vocación fue la creación. Soy compositor de Estudios (que también se han denominado Finales Artísticos) y en esa actividad he cosechado algunos lauros. Puedo por tanto decir, con conocimiento de causa, que mi propuesta ofrece, también para la composición, una hermosa perspectiva.
   Ante todo deberá tenerse en cuenta que la composición con ciénagas es una opción que SE AGREGA. La forma clásica mantendrá su vigencia. La reglamentación expuesta es clara al respecto y aunque en el futuro ningún competidor renuncie a su derecho a colocar ciénagas, esas reglas deberán mantenerse.
   Si bien la composición de Estudios deviene de la partida viva, tiene sus propias reglas "agregadas", referidas a la pureza, economía, unicidad, etc. y junto a la composición de problemas constituyen una importantísima parte del cuerpo del Ajedrez. No obstante, el Estudio ha estado siempre atado al ajedrez práctico, algo que no ha preocupado a los problemistas, que han introducido infinidad de fantasías.
   Considero que la composición no es menos importante que la práctica de torneos, como no lo es la poesía respecto a la prosa, ni el ajedrez en relación al fútbol. Que tenga menos adeptos no es argumento para sustentar ese falaz aserto. Es una cuestión de desarrollo cerebral, sobre la que no tiene sentido que sigamos profundizando. Por eso, creo que la adopción de las ciénagas podría ser incorporada a la composición, prescindiendo de la decisión que se adopte en el ajedrez práctico. Ello no debe significar un rompimiento, sino que los compositores, en lugar de continuar a la zaga, vamos a asumir el liderazgo de este movimiento. Para reafirmar esta intención, se deberán respetar las reglas:

            1)   En una composición no pueden existir más de dos ciénagas
            2)   Sólo pueden ubicarse ciénagas en las cuatro filas centrales

   Para que se comprenda cómo influyen las ciénagas en el desarrollo del juego, he compuesto un estudio con tres variantes principales. Todos los intentos que hice para lograr esa unión por los medios tradicionales, aún agregando bastante material terminaron en fracaso. Con las ciénagas resultó una tarea sencilla.  Es obvio que ésta es sólo una ínfima muestra de lo que el nuevo recurso aportará.

1 comentario:

  1. Compartimos nombre y Blog, amigos me comentaban lo raro que era que yo escribiese de ajedrez, Ni vieron que eres argentino ni que a Manuel antepones Eduardo
    Un saludo

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